Benjamín Palencia
Barrax (Albacete), 1894-Madrid, 1980
Antonio Ródenas mantuvo una privilegiada relación de amistad con Palencia, pintor con fama de huraño, que le abrió las puertas de su estudio donde pudo adquirir cuadros inéditos, que no habían llegado a exponerse, y otros muy queridos por el pintor, pues apreciaba en el coleccionista su sinceridad carente de afectación y su agudo olfato artístico. Tuvieron largas conversaciones en las que compartieron reflexiones, impresiones y confidencias y que en parte reflejó Antonio Ródenas, con gran interés, en su libro Pintores y Pintura Reflexiones sobre Arte publicado por esta Fundación en 2003.
Benjamín Palencia era para Antonio Ródenas el paradigma del artista moderno y es el pintor mejor representado en la Colección, con 25 óleos y 39 dibujos. Salvo un dibujo, dibujado por ambas caras, de 1925 y otro de 1935, todas las obras son posteriores a la guerra civil, época en la que el pintor co-fundaría la Segunda Escuela de Vallecas. Puede que Antonio Ródenas no tuviera acceso a las obras más vanguardistas del pintor de la primera época, experimentos que compartió con Alberto o Maruja Mallo entre otros, porque el pintor no conservara ya ninguno o los guardara celosamente para sí, o puede, y esto es más plausible, que Antonio Ródenas eligiera aquellos más afines a su particular visión de la pintura, más figurativa.